El enemigo invisible: conoce las enfermedades más comunes del olivo y cómo combatirlas

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El olivo, símbolo milenario de la agricultura mediterránea, no está exento de enfrentarse a diversas enfermedades y plagas que pueden afectar su salud y producción. En este artículo, exploraremos las principales amenazas a las que se enfrenta el olivar y proporcionaremos información detallada sobre las enfermedades y plagas más comunes, así como consejos para su detección y prevención.

Índice

Plagas del olivo

Antes de adentrarnos en las plagas específicas que afectan al olivo, es importante comprender qué se entiende por plaga en el contexto de los árboles. Una plaga se refiere a la proliferación descontrolada de organismos que causan daño significativo a la salud y productividad de un árbol. Estos organismos pueden ser insectos, ácaros u otros seres vivos.

Polilla del olivo (Prays oleae)

La polilla del olivo es una de las plagas más comunes y devastadoras para el olivar. Las larvas de esta pequeña mariposa se alimentan de los brotes y flores del olivo, afectando directamente a la formación de frutos. Además, las larvas también pueden causar daños indirectos al facilitar la entrada de otros patógenos.

Mosca del olivo (Bactrocera oleae)

La mosca del olivo es otra plaga temida en los olivares. Las hembras adultas depositan sus huevos en los frutos en desarrollo, lo que conduce a la formación de galerías y la pudrición de la aceituna. Esto no solo afecta la calidad y cantidad de la cosecha, sino que también puede favorecer la proliferación de enfermedades.

Cochinilla (Saissetia oleae)

La cochinilla es un insecto chupador que se adhiere a las ramas y hojas del olivo, alimentándose de su savia. Su presencia puede debilitar el árbol y afectar su crecimiento.

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Además, la cochinilla produce una sustancia pegajosa conocida como "melaza", que puede favorecer el crecimiento de hongos y la aparición de la negrilla.

Barrenillo (Phoeotribus scarabeoides)

El barrenillo es un pequeño escarabajo cuyas larvas se alimentan de la madera del olivo, excavando galerías y debilitando la estructura del árbol. Esta plaga es especialmente preocupante en árboles viejos y debilitados. Los daños causados por el barrenillo pueden facilitar la entrada de otros patógenos y aumentar el riesgo de enfermedades.

Algodoncillo del olivo (Euphyllura olivina)

El algodoncillo del olivo es un insecto que se alimenta de la savia de las hojas jóvenes del olivo. Su presencia se caracteriza por la formación de pequeñas protuberancias algodonosas en las hojas, lo que puede afectar la fotosíntesis y el crecimiento del árbol.

Además, el algodoncillo puede transmitir la bacteria Xylella fastidiosa, responsable de una enfermedad letal para el olivo.

Enfermedades del olivo

Las enfermedades en los árboles se refieren a alteraciones fisiológicas o infecciones causadas por agentes patógenos, como bacterias, hongos, virus u otros organismos, que afectan negativamente la salud y vitalidad del árbol. Estas enfermedades pueden manifestarse a través de síntomas visibles en las hojas, ramas, tronco o frutos del oliv

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Aceituna jabonosa (Colletotrichum gloeosporioides)

La aceituna jabonosa es una enfermedad fúngica que afecta los frutos del olivo. Se caracteriza por la aparición de manchas negras y hundidas en las aceitunas, así como la presencia de una sustancia gelatinosa en su superficie. Esta enfermedad puede comprometer la calidad de la aceituna y reducir la producción.

Negrilla o tizne (Capnodium elaeophilum)

La negrilla es una enfermedad causada por un hongo que se desarrolla en la melaza producida por ciertos insectos chupadores, como la cochinilla. Esta enfermedad se manifiesta como una capa negra de hongos en las hojas del olivo, lo que afecta la capacidad del árbol para realizar la fotosíntesis de manera eficiente.

Repilo (Spilocaea oleagina)

El repilo es una enfermedad causada por un hongo que afecta principalmente las hojas del olivo. Se caracteriza por la presencia de manchas de color negro o marrón en el haz de las hojas, así como la formación de una capa de esporas en el envés.

El repilo puede debilitar el olivo y reducir su producción si no se controla adecuadamente.

Tuberculosis o roña del olivo (Pseudomonas savastanoi)

La tuberculosis o roña del olivo es una enfermedad bacteriana que afecta principalmente las ramas del árbol. Se manifiesta como la formación de tumores o excrescencias en las ramas, que pueden provocar deformaciones y debilitamiento del olivo.

Si no se controla, esta enfermedad puede comprometer la estructura del árbol y reducir su vida útil.

Xylella fastidiosa

Xylella fastidiosa es una bacteria devastadora que afecta a múltiples especies vegetales, incluido el olivo. Esta enfermedad, conocida como "escozor de la lengua" o "enfermedad de Pierce", puede causar marchitez, defoliación y finalmente la muerte del árbol. La detección temprana y medidas de prevención son cruciales para controlar la propagación de esta enfermedad.

Consejos para detectar que un olivo está enfermo

Detectar tempranamente si un olivo está enfermo es fundamental para tomar las medidas adecuadas y evitar que la enfermedad se propague. Algunos signos de alerta incluyen hojas amarillentas o marchitas, manchas en los frutos, deformaciones en las ramas o presencia de insectos en abundancia. Realizar inspecciones regulares y consultar a un especialista en caso de sospecha es clave para proteger la salud del olivo.

Cómo prevenir enfermedades en el olivo

La prevención es fundamental para mantener un olivar sano y productivo. Algunas medidas recomendadas incluyen:

  1. Manejo adecuado del suelo: mantener un suelo bien drenado y equilibrado en nutrientes favorece la salud de los olivos y los hace menos susceptibles a enfermedades.
  2. Poda y limpieza: realizar una poda adecuada para eliminar ramas muertas o enfermas y favorecer la circulación de aire y luz en el árbol. Asimismo, retirar restos de poda y hojas caídas ayuda a reducir la presencia de patógenos.
  3. Tratamientos fitosanitarios: en caso de ser necesario, utilizar productos fitosanitarios autorizados de manera responsable, siguiendo las recomendaciones del fabricante y la normativa.

Al implementar estas medidas preventivas y estar atentos a cualquier signo de enfermedad, es posible proteger la salud y productividad de los olivos, garantizando así la obtención de aceites de oliva de alta calidad y sabor excepcional.

Recuerda que el cuidado y protección del olivar son responsabilidades compartidas por los agricultores y técnicos especializados, para preservar un patrimonio natural invaluable y promover la sostenibilidad de este preciado cultivo mediterráneo.

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