Poda del olivo, guía para realizarla correctamente

La poda del olivo es una práctica fundamental en el cuidado y manejo de los olivares. A través de la poda, se busca optimizar el rendimiento de los árboles, mejorar la calidad de los frutos y facilitar las labores de recolección.
En este artículo, te ofreceremos una guía completa sobre la poda del olivo, desde su importancia hasta las técnicas adecuadas para llevarla a cabo.
¿Por qué se podan los olivos?
La poda del olivo es necesaria por varias razones. En primer lugar, ayuda a regular el tamaño y la forma de los árboles, lo que facilita las labores de recolección y permite un mejor acceso a la luz solar. Además, la poda estimula el crecimiento de nuevos brotes, lo que favorece la producción de frutos y renueva la estructura del olivo.
Otro motivo importante para podar los olivos es controlar el equilibrio entre la vegetación y la producción de frutos. Al eliminar ramas y brotes innecesarios, se concentra la energía del árbol en la producción de aceitunas de mayor calidad. También se reduce el riesgo de plagas y enfermedades en el olivo, al mejorar la ventilación y la exposición al sol de los árboles.
Frecuencia e intensidad de la poda del olivar
La frecuencia e intensidad de la poda varían según diversos factores, como el tipo de olivo, la variedad, la edad del árbol y el objetivo de la poda. En general, se recomienda realizar una poda anual para mantener un equilibrio adecuado entre el crecimiento vegetativo y la producción.
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En cuanto a la intensidad, se distinguen tres tipos de poda: poda ligera, poda media y poda fuerte. La elección del tipo de poda depende de la edad del olivo y del estado general del árbol. Los olivos jóvenes suelen requerir podas más ligeras para favorecer su desarrollo, mientras que los olivos adultos pueden beneficiarse de podas más intensas para rejuvenecer su estructura y mejorar la calidad de los frutos.
Cómo influye la edad del olivo en poda que debemos hacer
La edad del olivo es un factor determinante a la hora de decidir el tipo de poda que se debe realizar. A continuación, describiremos la poda adecuada para olivos jóvenes y olivos viejos.
Poda de un árbol joven
Los olivos jóvenes, generalmente hasta los cinco años, requieren una poda ligera que favorezca su crecimiento y desarrollo. El objetivo principal es formar una estructura de ramificación equilibrada y estimular la producción de nuevos brotes. Se deben eliminar ramas bajas, dañadas o mal orientadas, así como aquellas que compitan con el tronco principal.
Es importante evitar la poda excesiva en los olivos jóvenes, ya que podría debilitar su crecimiento y retrasar la entrada en producción. Se recomienda llevar a cabo la poda en invierno, cuando los árboles están en reposo.
Poda de un árbol viejo
Los olivos viejos, con más de cinco años, suelen necesitar una poda más intensa para rejuvenecer su estructura y mejorar su productividad. Se pueden eliminar ramas muertas, enfermas o dañadas, así como ramas que se cruzan o que crecen hacia el interior del árbol. La poda también busca equilibrar la producción y reducir la densidad de la vegetación para mejorar la calidad de los frutos.
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Tipos de poda del olivar
Cómo venimos diciendo, la poda es una práctica esencial en el cultivo del olivar que tiene como objetivo principal regular el crecimiento de los árboles, promover una adecuada producción de aceitunas y mantener la salud de las plantas. Existen diferentes tipos de poda, cada uno con un propósito específico.
Poda de producción
La poda de producción se realiza en los árboles adultos con el fin de estimular una buena cosecha de aceitunas. Esta poda se lleva a cabo una vez que el árbol ha alcanzado su tamaño y forma deseados. Durante la poda de producción, se eliminan las ramas secas, enfermas o dañadas, así como las ramas que interfieren con la circulación del aire y la entrada de luz solar en el interior del árbol.
Esto permite una mejor ventilación y una exposición óptima de las hojas al sol, lo que a su vez favorece la fotosíntesis y la producción de alimentos para la planta.
Además de eliminar las ramas no deseables, en la poda de producción se busca mantener un equilibrio adecuado entre el crecimiento vegetativo y la producción de frutos.
Para lograr esto, se pueden realizar diferentes técnicas, como el aclareo de ramas, que consiste en eliminar algunas de las ramas más débiles o superpuestas para evitar la competencia por los recursos y favorecer el desarrollo de los frutos. También se puede llevar a cabo la reducción de la longitud de las ramas principales, lo que estimula la brotación de ramas laterales y aumenta la cantidad de flores y, en última instancia, de aceitunas.
Poda de formación
La poda de formación se realiza en los primeros años de vida de los árboles, con el objetivo de darles una estructura adecuada y un crecimiento equilibrado. Durante esta etapa, se busca establecer la forma básica del árbol y promover el desarrollo de ramas fuertes y bien distribuidas.
La poda de formación se lleva a cabo en diferentes fases, comenzando con la poda de despunte, que consiste en cortar la parte superior del árbol para fomentar la ramificación lateral.
Posteriormente, se realizan podas de limpieza, donde se eliminan las ramas que se cruzan o crecen en direcciones no deseadas. También se pueden realizar podas de entrenamiento, donde se seleccionan ramas principales y se eliminan las ramas competidoras, con el fin de establecer una estructura fuerte y equilibrada.
La poda de formación es fundamental para asegurar un crecimiento adecuado y evitar problemas futuros, como la formación de ramas desequilibradas o con ángulos estrechos que podrían romperse fácilmente bajo el peso de los frutos.
Poda de renovación
La poda de renovación se lleva a cabo en árboles adultos que han sido descuidados o que presentan problemas de salud o estructurales. Este tipo de poda tiene como objetivo principal revitalizar el árbol y restaurar su vigor y productividad.
Durante la poda de renovación, se eliminan las ramas muertas, enfermas o dañadas, así como aquellas que están mal ubicadas o que interfieren con el desarrollo adecuado del árbol. Además, se pueden realizar cortes más drásticos, como la eliminación de ramas principales, para fomentar la brotación vigorosa y la regeneración del árbol.
Es importante destacar que la poda de renovación debe llevarse a cabo de manera gradual y planificada, evitando la poda excesiva en un solo año, ya que esto podría debilitar aún más el árbol. Se recomienda distribuir la poda de renovación en varias temporadas, realizando los cortes más severos en el invierno, cuando el árbol está en reposo.
Consejos para podar nuestros olivos
A continuación, te ofrecemos algunos consejos útiles para llevar a cabo la poda del olivo de manera efectiva:
- Utiliza herramientas de poda adecuadas, como tijeras de podar y serruchos de calidad, para obtener cortes limpios y precisos.
- Antes de comenzar, asegúrate de desinfectar tus herramientas para evitar la propagación de enfermedades.
- Identifica las ramas que deben eliminarse según los principios básicos de la poda del olivo, como retirar aquellas que crezcan hacia el centro del árbol o que estén dañadas.
- Realiza los cortes cerca de la base de las ramas sin dañar el tronco principal.
- Siempre poda en invierno, cuando los árboles están en reposo y el riesgo de infecciones es menor.
- No te excedas en la poda, especialmente en olivos jóvenes, ya que un exceso de eliminación de ramas puede afectar su crecimiento y producción.
- No olvides la seguridad: utiliza equipo de protección personal, como guantes y gafas, para evitar lesiones durante la poda. También asegúrate de estar en una posición segura y estable al trabajar en alturas.
¿Qué ocurre si un olivo no se poda?
Si un olivo no se poda regularmente, pueden ocurrir varios problemas. En primer lugar, la falta de poda puede llevar a un crecimiento excesivo de ramas y brotes, lo que dificulta la penetración de la luz solar y reduce la producción de frutos. Además, el exceso de vegetación favorece la aparición de enfermedades y plagas, que pueden afectar gravemente la salud del olivo.
La falta de poda también puede dificultar las labores de recolección al generar una estructura desordenada y dificultar el acceso a los frutos. Además, el exceso de ramas y follaje puede generar sombra y humedad, condiciones propicias para la proliferación de hongos y enfermedades.
¿Cómo se aprovechan los restos de la poda?
Los restos de la poda del olivo pueden ser aprovechados de diversas formas:
- Una opción es utilizarlos como biomasa para generar energía, mediante su transformación en pellets o astillas para su uso en calderas o estufas. Esto permite aprovechar la materia orgánica y reducir la dependencia de combustibles fósiles.
- Otra alternativa es la compostaje de los restos de poda, que consiste en descomponerlos de manera controlada para obtener un compost rico en nutrientes. Este compost puede ser utilizado como abono orgánico en el olivar, mejorando la fertilidad del suelo y favoreciendo el desarrollo de los árboles.
En conclusión, la poda del olivo es una práctica esencial para el cuidado y manejo adecuado de los olivares. A través de la poda, se busca regular el crecimiento de los árboles, mejorar la calidad de los frutos y facilitar las labores de recolección.
Si se realiza correctamente, la poda del olivo contribuye a mantener la salud y productividad de los árboles, maximizando así la producción de aceite de oliva de calidad.
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